sábado, 12 de diciembre de 2009

Orientación para padres

ORIENTACIÓN PARA PADRES

En el presente texto, dirigido a Padres y familiares de niños ciegos, queremos mostrar la importancia de la participación de la familia en los procesos de comunicación y aprendizaje de éstos.

Como todos sabemos, la educación es un ámbito de gran importancia en el desarrollo íntegro de cada individuo. Por lo tanto, es de vital importancia mediar la interacción del escolar ciego en este ámbito, para así potencializar sus habilidades y lograr una interacción más amena entre él y su aprendizaje. Precisamente en este aspecto, la familia tiene una responsabilidad muy grande.

Partimos de la base de que la familia es el contexto en el que se desarrolla gran parte de la vida de la mayoría de las personas. “Cuando en el seno de una familia nace un niño con una discapacidad, o una discapacidad sobreviene o le es diagnosticada a un miembro de la familia, no cabe duda de que este acontecimiento afecta a cada uno de los miembros y al conjunto. Tampoco cabe duda de que el contexto familiar es al menos durante un buen número de años, el entorno que más va a influir sobre la persona”.[1]

De acuerdo a esto, los padres deben hacer consciencia sobre como la discapacidad esta mediada por el entorno, y como su visibilidad e invalidez la otorga el medio y los limitantes que la sociedad impone. Por consiguiente, es la familia quien le otorga una mirada competente o deficitaria al niño, y en caso de ser la última, su cambio debe iniciarse en la misma familia.

Por lo anterior, queremos compartirles el siguiente apartado:

“La familia conoce a la persona con discapacidad y la acepta en su seno con sus peculiaridades. Para ello, probablemente, la familia tendrá que ir reconstruyendo su mundo de sentido, para dar significado y valor a un acontecimiento y una presencia al que el entorno sociocultural normalmente no se lo da. También será necesario aprender a relacionarse y comunicarse con el familiar con discapacidad. Para ello, padres y familiares tendrán que reaprender lenguajes olvidados o aprender o construir otros nuevos. En otras ocasiones habrá que aprender a manejar otro tipo de recursos: materiales, sociales. Recursos que, en muchas ocasiones, se desconocían por completo o se consideraban como de otro mundo”[2].

Por otro lado, cuando el estudiante se encuentra inmerso en el mundo de la educación y el aprendizaje, la familia debe brindar el apoyo suficiente para que éste pueda ejercer de una mejor manera su rol académico y social. Ella debe permitirle explorar ese mundo entretejido de relaciones sociales y afectivas, donde va a interactuar con muchos individuos que conforman su proceso de inclusión en un entorno escolar.

Igualmente, la familia debe tener en cuenta que el niño ciego para su proceso de aprendizaje cuenta con unas habilidades que le permiten que éste pueda ser igual de normal al del niño vidente, a excepción de dos aspectos. El primero, se refiere al modo en como se percibe el mundo y el segundo, hace relación a la forma de aprendizaje.

Cuando hablamos de forma de aprendizaje, nos referimos al medio a través del cual el escolar accede a la información escrita, es decir, al Sistema de lecto- escritura braille[3].

Asimismo, la familia no debe exagerar las dificultades que pueda tener el escolar en su aprendizaje, puesto que, muchas veces se estereotipa la relación entre dificultad en el aprendizaje y la discapacidad visual como su causante. En contraste, la familia debe darle alas al escolar para que lleve su proceso de aprendizaje a su ritmo, al igual que debe brindarle comprensión y seguridad.

Ahora, queremos compartirles unas estrategias que amenicen el proceso educativo y vivencial del escolar con discapacidad visual[4]:

· Promocione la lectura en su hijo, brindado todo tipo de apoyos que vuelvan invisible la necesidad de estímulos visuales, para esto se propone la lectura en voz alta e interactiva donde el padre brinde al niño la oportunidad de imaginar distintas opciones del cuento, al igual que traer al presente experiencias pasadas que se puedan correlacionar con lo que se está viviendo por medio de la lectura.


· Busque espacios interactivos como las bibliotecas donde se pueda hallar libros acorde a los intereses de su hijo, además en gran parte de estas hay espacios adecuados para el desarrollo de distintas actividades que dan apoyo al proceso de aprendizaje, entre estos podemos encontrar tecnología que facilita el acceso a la información.


· Estimule sus habilidades comunicativas, ejercitándolo a diario mediante diálogos cotidianos que representen situaciones de la vida diaria.


· Mediante el dialogo retome los aprendizajes que haya visto el niño en clase, con el fin de profundizar, aclarar e interiorizar esos saberes.


· Planee actividades integradoras entre su hijo y sus compañeros de clase, en un lugar que sea ventajoso para él, en cuanto a movilidad y que potencie sus habilidades de percibir el mundo.


· Nunca menosprecie el saber de su hijo, y sea cuidadoso al hacer correcciones.


· Póngase en el papel de él, para así poder comprender sus necesidades y para poder actuar sobre aquellos factores que limitan su aprendizaje.


· Lea, indague información frente a la discapacidad de su hijo, como intervenir, a quien debe acudir, donde puede ir, etc.


· Este pendiente del rendimiento académico de su hijo, al igual muestre interés en todo lo que acontezca en la academia, por ejemplo su relación con maestros y compañeros.


Por ultimo, esperamos que esta información les sirva como apoyo para su diario vivir y el de su hijo.



[1] Fernando Fantova Azkoaga, Trabajar con las familias de las personas con discapacidad, Siglo Cero, vol. 31(6), núm. 192, noviembre-diciembre 2000, pp. 33-49.

[2] Ibíd.

[3] Según la ONCE, el braille es un medio de lectura táctil y de escritura, a través de la yema de los dedos, el cual consiste en unos puntos en alto relieve organizados de forma parecida a los del domino.

[4] INTEGRACIÓN - Revista sobre Ceguera y Deficiencia Visual, número 38 – 2002.


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